Erase una vez una niñera norteamericana que escondía en su armario una cámara de fotos.
No le dijo nada a nadie, pero mientras llevaba y traía los niños al colegio, preparaba desayunos variados para las variadas edades que componían la prole a la que cuidaba o ordenaba la ropa que cada día llevarían... también dió rienda suelta a una escondida pasión: la fotografía.
Yo la descubrí gracias a Rosa Cantón ( una niña rubia que lo preguntaba todo y ahora es una mujer comprometida que ya tiene respuestas y luce un tono original en sus quehaceres) y a elle le prometí este post.
Desde finales de los años 50 se recorría todo Chicago, en sus días libres, para observar escenas, gente,calles,momentos y espejos...con una cámara Rolleiflex.
La descubrió un historiador local ( John Maloof) en 2007 porque le compró a la Sra Meier todos sus negativos para que esta pudiera sobrevivir, ya anciana. Cuentan que algunos de los niños a los que cuidó le compraron un apartamento y se ocuparon de ella hasta el final.
Maloof pudo conversar con aquellos "niños" que la describieron como una mujer socialista, feminista, una crítico de cine maravillosa y que amaba el teatro. Vestía chaqueta de hombre, zapatos de hombre y un gran sombrero. Estaba constantemente tomando fotos, que no enseñó a nadie.
En 2008, se resbaló en el hielo y se golpeó la cabeza. Murió en 2009, a los 83 años, dejando miles de historias detrás.
Dicen que mágicamente tocó las vidas de todos los que la conocieron. Y así llegó esta historia hasta mi.