miércoles, 15 de julio de 2009

La energía del chaparro llegará



Tengo un amigo sufriendo por culpa de un cáncer. Es alguien vital, joven, divertido, cariñoso,responsable...y la maldita quimio se quiere cargar su paciencia y su fuerza. Y él no le deja. Ni el, ni su mujer, ni sus hermanas, ni su madre, ni su hijo, ni nosotros, que somos muchos quienes le conocemos y le tenemos cerca. Tenemos un amigo que está hasta las narices de este verano perro que no lo deja comer, ni pasear, ni salir del hospital, ni montar en bici por la Via Verde al atardecer, ni dormir a veces... En esta enfermedad nos sirven las estadísticas, las esperanzas de quienes ya pasaron por esto, los remedios que encontraron y los pasos que dieron para salir de ella. Tengo encima esa sensación de impotencia, de rabia y de dolor que trae consigo la ignorancia del futuro, el lento avance de la medicina, la crudeza de la elección acertada. Nosotros tenemos un verano lleno de días cargados de proyectos mientras él se desespera... así que vamos a regalarle nuestro verano, porque nuestros proyectos de futuro son su compañía, verle pronto, !queremos verte salir de ésta! No dejes que se escape tu fuerza, nos tienes a tod@s contigo, Manolo.

Aceras de calor


Mientras reconstruyen el acerado de mi calle a base de polvo y ruido a las cuatro de la tarde y a sabiendas de los grados que habitan ahí afuera, yo me siento en la cocina con el portátil en busca de un momento placentero que haga las veces de siesta...y no dejo de pensar en el sol y el calor. En la dureza de ese trabajo, en el sofoco de sudar al sol junto a una nube de arena y cemento...¿qué hacemos con las obras en esta Andalucía de julio y agosto? ¿acomodamos el trabajo a horarios menos agresivos con los grados?, ¿podríamos conciliar este trabajo con el descanso de los demás?...este test me va dando negativo y no encuentro la solución. ¿Alguien lo tiene peor? Seguro que si... una acaba pensando en la salud, en lo importante que es tenerla, quererla y no dejarla marchar... pero esto es otro tema.