miércoles, 15 de julio de 2009

Aceras de calor


Mientras reconstruyen el acerado de mi calle a base de polvo y ruido a las cuatro de la tarde y a sabiendas de los grados que habitan ahí afuera, yo me siento en la cocina con el portátil en busca de un momento placentero que haga las veces de siesta...y no dejo de pensar en el sol y el calor. En la dureza de ese trabajo, en el sofoco de sudar al sol junto a una nube de arena y cemento...¿qué hacemos con las obras en esta Andalucía de julio y agosto? ¿acomodamos el trabajo a horarios menos agresivos con los grados?, ¿podríamos conciliar este trabajo con el descanso de los demás?...este test me va dando negativo y no encuentro la solución. ¿Alguien lo tiene peor? Seguro que si... una acaba pensando en la salud, en lo importante que es tenerla, quererla y no dejarla marchar... pero esto es otro tema.

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