martes, 24 de noviembre de 2015

25 N, con N de No


Esto puede parecer ficción pero cualquier parecido con la realidad es total y absolutamente certero. Digamos que sólo he cambiado algunos datos para despistar, porque no he pedido permiso a mi interlocutora para publicar su vida y porque a medida que lo cuente me vendrán  recuerdos de otras vivencias y las mezcclaré :
Hemos compartido un trayecto corto, el justo para sentir el miedo salir de sus uñas y de sus tripas. No se siente segura porque su agresor saldrá de la cárcel algún día y querrá volverla a matar. Querrá destruir toda su vida, querrá que no tenga una vida sin él. Ella ha conseguido huir una vez, ha conquistado la calma y la serenidad que precisa lo cotidiano para conformar un hogar. Combate las noches de imsonio y miedo con pastillas de valeriana y pasiflora pero las pesadillas vuelven a su cama intermitentemente y cuando cree estar dormida, se sorprende huyendo, corriendo...las piernas no le hacen caso, los niños no están seguros, él la consigue coger...
Está sola, sola, en cualquier ciudad del mundo, con sus hijos, sus manos, su trabajo diario, sus horarios. Está sola y desayuna con sus hijos cada mañana, recorre kilómetros hablando de igualdad y de la lucha contra la violencia de género. Ella sí que sabe de qué va este asunto del 25 N. Ella y cientos de mujeres más en este país. Tengo entre mis amigas varias supervivientes de cuchillos, golpes e insultos.
Está sola, la amenaza no cesa, sus recursos son justos y los administra como la mejor de las economistas. Es capaz de sacar una hora al día para reir y luego vuelve siempre para la cena, para que su hogar sea real, hermoso. "Yo no pido nada especial, yo sólo quiero conseguir un poco de paz".
Su actitud es contarlo, denunciarlo, pelearlo...esa fuerza se la ha dado la oportunidad de salir viva, dice que no tendrá otra, que esta la tiene que aprovechar. Y a mi se me iban viniendo a la cabeza las imágenes del dolor que nos contaba y los momentos dramáticos silenciados de tantas mujeres...y no, no sé si esto tendrá un final feliz. Me refiero a la violencia contra las mujeres no a la vida de la mujer de la que os hablo. Ella, ya pasó por un final, ahora todos serán principios.

jueves, 19 de noviembre de 2015

Momento gripe y otros desvaríos


No hay nada mejor para una sesión bloguera que caer en las redes de un enfriamiento malo y alcanzar los 39 de fiebre. Eso me permite estar en la cama a esta hora de la mañana, acompañada del paracetamol, las gafas de la presbicia y el portátil de una de mis hijas. Preparo un poco la presentación, esta tarde, del libro de Pedro Delgado, "Carta desde el Toukbal" ( el primero de estos relatos es de una belleza bárbara, lo recomiendo totalmente. Todo lo que escribe Pedro me llena y me llega pero esa carta de amor contenida en el relato me estremece y me provoca...y eso lo hacen pocos libros) en la Biblioteca de Olvera y, entre párrafo y engloriamiento googlelero, hablo por teléfono con compañeros políticos sobre asuntos que hay que solventar hoy, sobre ayudas que deben llegar a su lugar, a cerca de acciones que hay que decidir por el bien común...y caigo en la cuenta de cuántos andan esta mañana empeñados en resolver la vida de los demás. Desde luego, esa es nuestra misión, esa es la verdad. Las agendas se montan los viernes y se desmontan los lunes, dando prioridad a lo que  cada pueblo o ciudad precisa.

El delegado del gobierno recorriendo cada lugar para explicar qué es la ITI y cómo debemos aprovechar esta oportunidad para generar un cambio de modelo productivo en la provincia. El viceconsejero de turismo me daba esta mañana buenas noticias para la sierra. He compartido la preocupación del alcalde de Grazalema a temprana hora. La presidenta de la diputación de Cádiz garantizando los empleos en Tugasa y reformulando esta oferta hotelera.  La delegada de fomento a pie de plataforma con la carretera Jerez- La Barca. La concejala de turismo de Olvera buscando resursos para el carril bici que conectará el camping con la localidad, la presidenta de Andalucìa anunciando que se van a transferir de manera urgente 300 millones de euros a los ayuntamientos para empleo y dependencia.


Echo mano de otro sobrecito de amortigue este malestar físico y me achucho al sofá con la manta y el portátil a cuestas. No confío en curarme en 24 horas, soy altamante pesimista cuando tengo prisa. Mañana tenía una jornada completa y una tarde llena de eventos. Entre otros, compartir con los empresarios gaditanos el programa Música en los bares...una de esas propuestas a las que no obliga el cargo y que ocupan mi tiempo por puro placer y por poder mostrar mi apoyo a quienes se embarcan en esta aventura. Pero mira qué plan: dolores musculares, tos, fiebre, escalofríos... recuerdo un catarro nocturno en Bruselas al que liquidé con dos copas de vino y una buena conversación...y otro en Estambul que combatí comiendo pan con perejil, té y pinchos de cordero...voy a la nevera a ver qué encuentro que me garantice el viernes.


domingo, 6 de septiembre de 2015

En modo delegada

Me acabo de estrenar en un  cargo público de responsabilidad provincial. Si, un cargo político.
Quienes creemos en la política y gastamos vocación de servicio público no podemos dejar pasar esta oportunidad.
 "Vaya marrón que te ha caído" me ha dicho desde la barra del bar del desayuno un paisano. Le he tenido que explicar que yo no lo veo marrón, que lo veo blanco, que no me ha caído, que me ha levantado el ánimo y me ha disparado todas mis endorfinas.
Aún en la biblioteca de Olvera el día de mi nombramiento,  un profesor amigo me abrazó  diciendo: si en la política se han acordado de una mujer como tú ,  algo bueno está pasando. Y a mi el ego se me escapó por la sonrisa, que no me cabía en la cara
La denostada Política, aquella que debe resolver los problemas que  plantea la convivencia colectiva, a la que pretendían sacar en la foto arrastrando los pies y postrada ante la más  despiadada de las economías.
Puede que algo de inconscientes tengamos los crédulos de la política,  pero desde luego lo que si somos es optimistas.
Me acabo de encontrar con un grupo de hombres y mujeres valientes y optimistas que tienen muchas ganas de escuchar y resolver,  que en el maletín traen tiempo ( porque van a robarle muchas horas a su vida privada) y cuadernos, somos todos de escribir para que no se nos olvide nada,  para que las palabras no se las lleve el viento.
Me he sumado al grupo rápidamente y andamos contagiàndonos de  buen hacer. En los martes  de coordinación,  cuando  todos estos delegados y delegadas ponen sobre la mesa  el trabajo desarrollado con  sus equipos humanos, es cuando se tiene una clara visión de la envergadura de la labor. Habrá aciertos y errores pero desde luego no faltarán las ganas de hacerlo bien. 


viernes, 22 de mayo de 2015

Día de reflexión

Déjenme tranquila que estoy en plena reflexión.
He decidido sacar los armarios para reflexionar mejor, así me retiro del mundo todo el sábado. A eso voy cuando de repente  me caigo de lleno entre bufandas, impermeables, chalecos de lana, con bolas y sin ellas, medias tupidas y cuellos altos.
La política municipal tiene mucho de cambio de armarios.
 
Te pasas toda una estación con los mismos trajes, algunos vienen ya de otra temporada y ya sabes que no te sientan bien,¡ para qué leches los vas a guardar!
Decido meter lo que me gusta en una caja con bolas de olor, para que el próximo otoño me agrade el cambio...y, sin dudarlo un minuto, voy dejando  a un lado todo lo que no volveré a usar, por rancio, obsoleto, raído,incómodo,estrecho o pasado de moda.
Luego está esa ropa que nunca sabes qué hacer con ella, porque te gusta...pero no sabes bien cuándo la vas a usar...tal vez te sirva en alguna ocasión pero...igual la ocasión no se presenta...así que la vuelves a guardar una vez más, como para darle otra oportunidad.
El domingo sabremos qué equipo y qué tipo de gente gobernará Olvera los próximos cuatro años.
Vacío el cajón de las medias porque algunas tienes agujeros o carreras. Esto es lo que pasa cuando abusas de ellas y siempre te pones las mismas. Sólo conservo las que están por estrenar y las que dicen mucho de mi.
Descubro una chaqueta que alguien debió cambiarme una noche de gin tonic y frío y que no es mía, pero era la que quedaba en el bar.
Las perchas de invierno siempre ocupan más sitio que las de verano, así que voy viendo algo de claridad en mi ropero...estoy por pintar el fondo cuando acabe con la ropa...el fondo, importa.
No pienso dejar ni rastro de las bufandas de lana ni de los pañuelos al cuello...es tiempo de mostrar clavículas y adornar con pequeños detalles la cavidad supraesternal ( ese nombre me pone).
Aquí ando...reflexionando mientras arreglo los roperos.





lunes, 18 de mayo de 2015

Traer niños al mundo

No vienen al mundo los niños solos, ya lo sabéis. Para eso hacen falta ganas de tener un bebé.
  Mi abuela me hubiese dicho que para que vengan niños al mundo sólo hace falta que se quieran un hombre y una mujer. Ella tuvo cuatro de tanto querer a mi abuelo Santiago. Cada uno habla de lo que tiene y de cómo lo tiene. Ella me contó que una que vivía más arriba se había quedado con la niña de una hermana que tenía muchos críos y que esa niña había sido la niña de sus ojos.



Mi amiga Ana y su marido, Pedro, de tanto amor que rezuman, se marcharon a China a por su niño, que ya es conejero y ha nacido dos veces.¿ Con qué medida se mide esa eterna espera?
Maria José, que vivía sola y la despertaba el deseo de amamantar, buscó a su niño en  Cuba y lo hizo crecer en su vientre, después de una larga estancia llena de ritmo y pasión.  Lo mismo le ocurrió a Mariu, que soñaba con ser mamá, no había una pareja estable dispuesta a ello y se lanzó a amar su sueño. Hoy tiene un par de mellizos que te los comes. Todo lo tiene por  duplicado, hasta la capacidad de criar.

Albin y  Bjoern, viven en Karlstad ( Suecia), se carason en 2006 y sus bebés llegaron a su hogar en 2008. Ellos son un matrimonio  homosexual y conforman una familia de cuatro, en un hogar lleno de ternura pero también de normas y acuerdos.
Jesús disfruta ya de su niño gracias a la paciencia, la perseverancia y el amor. Es un hombre y no vive en pareja. Ambos son futboleros y van a las barbacoas del club, por fin, sin tener que dar explicaciones. 


También se estrenan en esto mis amigos Marco y Araceli, una pareja enamorada de la vida y de los momentos . Y mi primo Santiago y Gelu, que acaban de traer al segundo de sus niños al mundo.
El mes pasado, en Cádiz, disfruté viendo pasear a una hermosa niña rubia con dos mamás. Y no paro estos días de pensar en mi amiga Merche, que siempre se quedó con las ganas, por eso que nos pasa a veces cuando el lugar donde habitas es pequeño y no ganan las ganas.


Estas son algunas de las combinaciones imaginables de familias que conozco y se han empeñado en traer  al mundo a sus hijos. Buscados, queridos, deseados, luchados, adoptados, prestados o paridos. Debieran llegar de todas las maneras y formas imaginables donde se posa el amor más desinteresado y feroz.


miércoles, 13 de mayo de 2015

Algunas zonas de confort


Cuando ya todos duermen,conozco a una que sale a la terraza y tiende de noche porque al día no le quedan más horas. Otra espera en la silla de la cocina a que acabe la olla a presión, a las dos de la madrugada. Algunas de ellas salen a andar cuando no hay nadie en casa, cuando están, la precisan constantemente. Muchas llevan dos casas, la suya y la de sus padres, que son muy mayores.
Lo mismo cosen disfraces que ayudan a parir a las cerdas. Salen al amanecer a buscar el pan recién hecho, orean los dormitorios a las siete y media de la mañana antes de salir al trabajo, suelen oir los despertadores antes de que suenen y son capaces de adaptar los menús semanales al gusto de los comensales. Es la zona de confort del primer mundo para muchas mujeres. No hay otra.


Hay lugares  en los que se muestran implacables con las mujeres solteras que tienen más de 27 años, son consideradas "sobrantes" y las presionan para que contraigan matrimonio aunque no lo deseen, de lo contrario estarán condenadas al olvido y en muchas ocasiones a la marginación y el desprecio.
En otro lugar, más al este, se esconden para acudir al médico porque sus esposos no les dan permiso para visitarlos si son varones. Cerca de allí,cualquier médica de 50 años  necesita el permiso de un guardián para ir a una convención médica, porque vive bajo un sistema de tutela masculina. En otro lugar, muchas son  tocadas, empujadas, ridiculizadas, pellizcadas y violadas cada día en las calles.
Al sur del país que habitamos, a niñas como Faadumi Husein, de 16 años, les practican la ablación y les cosen los labios de la vulva para impedir las relaciones sexuales antes del matrimonio y garantizar su virginidad.
Es la zona de confort de paises en vías de desarrollo. No hay otra.



La zona de confort es como llaman ahora a lo cotidiano, a lo que nos hace sentir seguros. Lo que vivimos cada día sin plantearnos cambios, porque, al menos, sobrevivimos.
Entre la primera y la segunda zona de confort hay millones de mujeres que ven mermada su libertad sólo por ser mujeres, cada día, en cada momento, sobreviviendo. Y si esta es la zona de confort...te puedes imaginar cómo es la zona de pánico.
Todo esto me viene a la cabeza este mayo, que es el mes de las flores, de las alergias y de las elecciones. Aquí, donde las mujeres podemos votar.




lunes, 27 de abril de 2015

Nepal y las lentejas

Mientras él pone unas lentejas con chorizo de pollo ( estoy aterrada ante la inminente colonización del pollo en las cocinas y llevo una cruzada secreta contra ese veneno), me viene a la cabeza la tragedia nepalí. Tan lejos...tan diferentes, tantos...
Hoy he preguntado a dos personas si sabían lo que había ocurrido en Nepal. En ambos casos, para establecer una conversación de esas de compartir trayecto y no más, hablando de lo que más suena ese día. Que no lo que más duele.
La vecina me ha dicho que no tenía idea, que ella algo había visto en la tele, pero que no le había prestado atención.
Una niña de 10 años me ha respondido que no, mientras subíamos ambas por la calle Nueva hacia la biblioteca municipal.
A la primera le he explicado el amargo suceso, con las cifras espeluznantes de muertos y desaparecidos. Me ha respondido: "es que ya no se le pone a una el cuerpo malo con nada".
A la niña le he contado que miles de niños y niñas como ella han muerto por un terremoto y aún hay montones de desaparecidos y me ha dicho: "pues yo no lo sabía".
Luego el día ha tomado su camino y probablemente ninguna de las tres nos hemos vuelto a acordar de ello. Estamos tan familiarizados con la desesperanza ajena que hasta una uña rota nos causa mayor dolor. Lo propio siempre adquiere otra dimensión.

Pero me he sentado frente al ordenador, he escrito Nepal y han aparecido las fotos del lugar.A solas, Nepal y yo...sin poder dejar de pensar en este preciso momento, en este, ahora...mientras mi casa ya huele a lentejas recién hechas ( aunque son para mañana), en esas madres llenas de polvo de la plaza Durvar, en la noche larga y oscura que tienen por delante...y me entra una pena...


jueves, 16 de abril de 2015

Japón llegó a mi vida

Si, lo asumo, llevaba meses sin dar señales de vida, señal de que la vida me ha tenido muy entretenida. Entre otros asuntos,he estado ocupando mi escaso y preciado tiempo libre alrededor de todo lo japonés que se me ha puesto por delante. Empecé en julio del año pasado y aún no he acabado de subir mi diario de viaje.  Como mis embarazos siempre han durado lo que han querido, puedo decir que mi tercer parto, el japonés, ha durado también eso. En julio del año pasado decidimos conocer el momiji* y recién llegada la primavera, casi tengo lista la aventura escrita.
No sé cuándo pensé la primera vez en Japón, pero debió ser cuando vi esta imagen la primera vez:


Después todo ha sido un ir y venir por los blogs, las guías en papel, el bienaventurado pinterest, las experiencias de amigos o conocidos que lo habían visitado... y una maravillosa coincidencia en las coordenadas de espacio/tiempo con mi amigo Fernando Platero ( un bibliotecario con vocación de samurai que ha abierto de par en par las relaciones entre Coria y Sendai), quien nos hizo un poco de allí, siendo de aquí.

Es un país hermoso,ordenado, silencioso, lleno de cosas bellas, de mezclas. Combinan las artes tradicionales con lo más extremo, coexiste la estética más moderna con  los modales más refinados , el karaoke con la ceremonia del té. El respeto impregna sus vidas, en eso, Rafa ( otro amigo bibliotecario con quien he compartido esta aventura) parece  japonés también. No voy a detenerme en sus políticas ni en sus tradiciones porque no acabaría nunca y quiero dedicar el post a lo que me ha ofrecido como visitante, nada más.


He encontrado  una estética diferente en el norte y el sur de Honshu ( Hokkaido se lo he prometido a Zuri para cumplir otro sueño). El budismo y el sintoismo dividen casi todos sus templos y espacios. Y así vengo, con el corazón partío. Adoro esos espacios austeros de clara armonía ( para disfrutarlos debes llegar a primeras horas de la mañana) y me gustan también el bermellón y los mil colores de los bulliciosos templos sintoistas.


 La primera vez que ví pasar a unas chicas con el traje tradicional ( esas yukatas y kimonos tan bonitos) por las calles de Kyoto casi fundo el móvil. Luego me acostumbré a verlas en bares, museos, comercios...de todas las edades... de todos los colores...ellos también.

 Arashiyama se quedó con mi corazón. Miyajima, la isla sagrada. Repetiría mil veces el paseo nocturno por el barrio de Gion en Kyoto. Y cien el Camino de la Filosofía. El mercado de Nishiki. La cena con Madoka y Motoko. El almuerzo con Francesco. El templo Sanjunsangendo con sus mil budas mirándome. El trayecto hasta Tokyo en shinkansen.
En Nikko alcanzamos la otra dimensión.



 Un ryokan familiar coqueto y sencillo. El río Daiya. Pasear en yucata hasta el onsen que no pude disfrutar porque el agua caliente no le sienta bien a mi cuerpo. Que una joven, en la noche ,nos acerque en coche, sin conocernos, hasta el restaurante que buscamos. La imprescindible app de  google traslator.

Tokio, la ciudad donde viven treinta y cinco millones de personas, me atrapa. Mirar la ciudad desde Metropolitan Gobernment, de noche y de día. Perderse en la otra urbe subterránea y tardar media hora en encontrar la salida. El cruce de Shibuya. El parque de Koishikawa Korakuen. El crucero por la bahía de Odaika gracias  a Mike Shirota y Setsuko. Kamakura. Todos los barrios que aparecen en las guías y nos dio tiempo recorrer pero sobre todo Harajuku, Asakusa y Shimokitazawa ( gracias a Lola, que ya es medio geisha). Yoyogi Park, por supuesto. La puntualidad horaria de los trenes y metros, el silencio, el respeto,el orden, la pulcritud de todos y cada uno de los aseos que he visitado en el país, la amabilidad.


Los chicos todos con bolso, las chicas con deportivas y trajes, los paraguas todos blancos, los zapatos de los porteadores de las rickshaw, la planta baja de los supermercados llenas de comida y dulces para llevar, el sushi, las telas, los seven eleven.

Matsushima de la mano de Yasue, Maki, Sendai, la cena con la delegación del ayuntamiento, el señor Ave san, la mediateca, el sentido de la orientación de mi amore, el regreso a Shinjuku, las tazas de los wc siempre calentitas y los seis chorros de higiene genital que incluyen.

La atenta Eva, los  palos selfies de cada esquina, los ritos en cada templo, el maguro, el tren sin conductor que pasea por las nubes hasta Odaiba, las reverencias, la sopa miso, las marcarillas para la piel, los mil puestos de comida.



Volveré cuaquier primavera para disfrutar del hanami.


*Momiji: proviene de "momizu", que significa teñir algo de rojo. De aquí ha pasado a designar las hojas del arce japonés, que adquieren un precioso color rojizo en otoño.
* Hanami: literalmente significa "ver flores". Los cerezos florecen en Japón de finales de marzo a abril y es tradición sentarse en los parques a contemplar sus flores.

jueves, 12 de marzo de 2015

Con M de Mujer

Pertenezco desde los diecinueve años a una Asociación de Mujeres que, una vez al año, otorga un Premio a otra mujer. El lugar donde habito es pequeño, apenas nueve mil habitantes, un paraiso de casa blancas y cuestas que encierra cientos de historias de mujeres dignas de ser contadas aquí, mujeres todas merecedoras del Premio "Con M de Mujer".
Cada año, se reúne una comisión, estudia a todas las candidatas y se decide por una. Puedo asegurar que en cada calle hay una historia o dos dignas de ser premiadas.


Este año, la vida premiada ha sido esta:


Había una vez una niña que vivió en un cuerpo de niño durante dieciséis años.
La más pequeña de seis hermanos,  llegó al hogar de Ana y Julián en 1989, en la calle Tahona… donde dio sus primeros pasos y aparecieron también sus primeros miedos.

Cuando empezó a hablar y andar… también empezó a luchar contra sus sentimientos.
Nacer niña y sentirse en un cuerpo extrano no es fácil. Pero su infancia transcurrió feliz, en la inocencia de hacer lo que a una le sale de dentro… dice su madre… lo que más me gustaba era verla cómo disfrutaba poniéndose un trapo en la cabeza, como si tuviese una melena y se la regalara al viento.


Llenaba todos los espacios con una sonrisa grande y su voz, porque cantaba por todos los rincones, cantaba en el colegio, en la calle, en  casa, en las tardes de la biblioteca donde trabajo , en los festivales de verano, incluso en la televisión autonómica apareció cantando. Una bella voz.

Siempre quiso ser mujer, así que su madre, cuando la calle se quedaba vacía, le colocaba una falda rosa de tablas y la dejaba pasearse y dar vueltas, para disfrutar del vuelo de la tela que cubría sus piernas.
Siempre fue muy niña, bailaba, hacía shows, se disfrazaba, le gustaba que la vieran y a ellos les gustaba verla, sin sospechar qué  había detrás, sin saber poner nombre a lo que ocurría, sin nombrar, sin decir.
Un día le contó su secreto a una de sus hermanas, a Ana , para compartir sus miedos y seguir sin abrir la boca, sin querer nombrar lo evidente. 
 Tú no despiertas un buen día y dices "quiero ser chica". Es algo que eres, aunque tu naturaleza no quiera revelárselo al mundo.

A los 12 años, cuando las chicas sienten que son hermosas y cada día es una fiesta en el despertar de la adolescencia, ella decide acabar con su vida, decide poner fin al sufrimiento y lo hace, como Marilyn, con  unas pastillas, para curar su dolor y acabar , por fin , con él.
Pero la vida tiene otros planes, sus hermanas la llevan al hospital  y un simple lavado de estómago la pone otra vez en la vida. En la dura vida… la de  sentirse mujer en un cuerpo extraño.

Sale de Olvera a trabajar porque sabe que su sueño necesita de un buen acopio de dinero y llega a Barcelona, a Salou, donde  se atreve a sacar todo lo que lleva dentro y por fin, empieza su proceso de transición, un sueño… ya volverá a casa siendo Adriana, en un cuerpo pleno de mujer, completo. Pero antes de marcharse, reúne a todos sus hermanos y les cuenta que es una mujer, que siempre fue una niña transexual. Una más de las del centenar que hay en este país.


 Si alguien se ha preguntado alguna vez cómo ha afrontado esto su familia, les diré que su familia la quiso siempre, pero ahora la quieren más. Que su padre estaría hoy orgulloso de ella, que sus hermanos la adoran, que sus hermanas no pueden pasar mucho tiempo sin verla, que su madre  habla de ella y se le llena la boca de halagos y el corazón de felicidad.



Una mujer fuerte que ha sido capaz de transformarse en la persona que es ahora, en una mujer hermosa. Una mujer capaz de levantar sentimientos y emociones de las de verdad, una mujer que por donde pasa hace amigos, que donde entra a trabajar no quieren que se vaya, una mujer que reparte sonrisas sin mirar a quién, que regala amabilidad y alegría, una mujer de la que otras mujeres  nos sentimos orgullosas.

Sus jef@s la adoran

Adriana ha conseguido, además, ser un ejemplo de futuro para otras muchas mujeres  que como ella van a  luchar por lograr un mundo más respetuoso, un mundo en el que los niños que se sienten niñas no lloren por ello .


Junto a esta historia tan hermosa, Mujeres Alba ha premiado otra ( esto es algo inusual, dos premiadas en el mismo año), la de su madre:
Si es la alegría de mi casa, repite su madre sin parar.
Siempre lo fue, me dice una y otra vez Ana cuando la llamamos para que nos cuente cómo fue la vida de Adriana.

 Ana, una madre diez

Ana creció en una familia de siete hermanos y pronto tuvo que vérselas con las dificultades.
Ella lleva consigo también una historia larga vivida, una dura vida, con seis hijos, un marido enfermo, las necesidades del momento, las penas en silencio, las lágrimas a escondidas, y ese buen hacer suyo, esa ternura infinita, esa capacidad para hacer de su familia un solo nido, unido.
La vida no se lo ha puesto nada fácil a Ana, nunca. A sus 58 años, la vida le ha dado muy poquitos buenos momentos. La vida ha sido muy dura con ella.
 Esa superación constante de mujer luchadora, que ha hecho que, en un lugar pequeño, dentro de este mundo rural en el que nos movemos, en este pueblecito de la Sierra de Cádiz, se haya puesto por bandera el coraje, la valentía, de no negar la condición de una hija transexual, de apoyarla, de batir records luchando porque Adriana sea feliz.

Adriana tiene la suerte de haber tenido una madre grande, una madre que cuando lo supo se fue corriendo con ella, para ayudarla a conseguir la femineidad buscada en su cuerpo... que ya no le vas a contar más penas a tu almohada, Adriana, le dice su madre…