viernes, 22 de mayo de 2015

Día de reflexión

Déjenme tranquila que estoy en plena reflexión.
He decidido sacar los armarios para reflexionar mejor, así me retiro del mundo todo el sábado. A eso voy cuando de repente  me caigo de lleno entre bufandas, impermeables, chalecos de lana, con bolas y sin ellas, medias tupidas y cuellos altos.
La política municipal tiene mucho de cambio de armarios.
 
Te pasas toda una estación con los mismos trajes, algunos vienen ya de otra temporada y ya sabes que no te sientan bien,¡ para qué leches los vas a guardar!
Decido meter lo que me gusta en una caja con bolas de olor, para que el próximo otoño me agrade el cambio...y, sin dudarlo un minuto, voy dejando  a un lado todo lo que no volveré a usar, por rancio, obsoleto, raído,incómodo,estrecho o pasado de moda.
Luego está esa ropa que nunca sabes qué hacer con ella, porque te gusta...pero no sabes bien cuándo la vas a usar...tal vez te sirva en alguna ocasión pero...igual la ocasión no se presenta...así que la vuelves a guardar una vez más, como para darle otra oportunidad.
El domingo sabremos qué equipo y qué tipo de gente gobernará Olvera los próximos cuatro años.
Vacío el cajón de las medias porque algunas tienes agujeros o carreras. Esto es lo que pasa cuando abusas de ellas y siempre te pones las mismas. Sólo conservo las que están por estrenar y las que dicen mucho de mi.
Descubro una chaqueta que alguien debió cambiarme una noche de gin tonic y frío y que no es mía, pero era la que quedaba en el bar.
Las perchas de invierno siempre ocupan más sitio que las de verano, así que voy viendo algo de claridad en mi ropero...estoy por pintar el fondo cuando acabe con la ropa...el fondo, importa.
No pienso dejar ni rastro de las bufandas de lana ni de los pañuelos al cuello...es tiempo de mostrar clavículas y adornar con pequeños detalles la cavidad supraesternal ( ese nombre me pone).
Aquí ando...reflexionando mientras arreglo los roperos.





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