martes, 24 de noviembre de 2009

Argumentario para Adolescentes. 25 de Noviembre 2009




Debemos reproducir los mensajes que dan cobertura a la totalidad de los hechos que esconden violencia contra las más jóvenes. Reproducir, que viene a ser, dar rienda suelta al argumentario que muestra las pistas de un mal compañero. Yo, que soy madre, que tengo hijas, que hablo con muchos adolescentes por mi trabajo, que tengo amigas con hijos, que converso con chicos a menudo y que milito en la defensa de los derechos humanos y en la conversación sostenida, necesito amplificar las pautas más sencillas que hacen que la violencia de género se cuele en las aulas de los institutos, en los maleteros abiertos del fin de semana, en las aceras camino del trabajo, en los estantes de los pubs o en la barra de los locales de moda...hasta en los inocentes bancos de un parque...se deja entrever esa baratura del control entre dos adolescentes.
NO eres de nadie, el amor no justifica un empujón, un insulto, una humillación. Las palabras a pie de calle suelen ser: no te pongas tan atractiva, que no hace falta; ponte la falda bien corta, que me gustas más así; si te vas con tus amigas, a mi no me llames luego; dame un toque cuando llegues a tu casa, desde el fijo; cuando estoy con mis amigos, estoy con mis amigos; a mi no me gusta que hagas eso y si me quieres, demuéstramelo y no lo hagas; o hacemos el amor o lo dejamos, yo no puedo aguantar más; dame un toque cuando pienses en mi; quedate una hora más, si te regañan por mi culpa, es que me quieres; dame un toque cuando yo te de otro; con esa ni te hables; deja ya de jugar al baloncesto cada sábado, o estás conmigo o lo dejamos; si soy diferente cuando estamos juntos es que ese soy yo de verdad, no el otro...

Quiero ayudar a construir un mundo mejor, donde los chicos sean respetuosos, hallen su nueva masculinidad y se sientan cómodos en ese otro papel, de igual a igual. Quiero ayudar a construir un mundo mejor, donde las chicas se sientan libres, crean en su potencial como mujeres y encuentren, si lo quieren, un compañero con quienes se sientan de igual a igual. Esa bendita armonía que acaba con las telarañas de la desigualdad y reparte el peso de la vida.

martes, 3 de noviembre de 2009

Criticas verídicas a pie de calle


¿Quienes queremos cambiar los actos que no nos gustan? ¿Todos, todas? No, sucede que cuando algo no nos gusta nos podemos a debatir, siempre en los lugares menos apropiados, a sentenciar con frases lapidarias la acción que nos ha provocado la reacción, a analizar los hechos sin datos, a evacuar el cabreo, la rabia o el despecho. Y nos acostamos felices. El sistema democrático en que vivimos y el respeto por bandera nos avalan si decidimos emprender otra acción-reación ante algo que no nos gusta. Así, podemos pedir explicaciones de por qué en mi calle no se ponen aparcamientos alternos ( como en casi todas las calles de Olvera que lo permiten) después de que una mayoría aplastante de vecinos-as lo pidiera por escrito y la calle de al lado ( con las mismas características que la mía) también lo tenga concedido. Y luego, estaremos también cambiando la realidad si llegadas las explicaciones no nos convencen y optamos por acciones más originales,¿nos encadenamos a la acera virgen?.


Así, podemos recriminar, sin acritud, la actitud del señor que para en la calle Calvario a comprar su cajetilla de tabaco y a quien debemos esperar para poder continuar la marcha. Y al que para su todoterreno en la acera del cuartel de la Guardia Civil y obliga a una mamá con carrito a bajar a la calzada ( esto lo he vivido hace veinte minutos, por novena o décima vez en lo que va de mes). Y a todas las personas que se pasan por el forro los límites de velocidad urbanos, ahora más, que ya no hay badenes ( menuda desprotección) y los bajos de los vehículos ya no sufren.

Y con esta misma actitud, pidamos explicación a los gobernantes locales, o protección o campañas divulgativas, o ayuda para extender una mentalidad más solidaria, más respetuosa.


Si nos decidimos a tomar acciones más originales contra estos sinsentidos que nos hacen tan difícil la vida cotidiana, y !tan peligrosa!, demos sus nombres, sus apellidos, hablemos de todos ellos, pongamos en la lista negra a quienes no respetan a la ciudadanía. Foto:Miguel Argimiro