jueves, 19 de noviembre de 2015

Momento gripe y otros desvaríos


No hay nada mejor para una sesión bloguera que caer en las redes de un enfriamiento malo y alcanzar los 39 de fiebre. Eso me permite estar en la cama a esta hora de la mañana, acompañada del paracetamol, las gafas de la presbicia y el portátil de una de mis hijas. Preparo un poco la presentación, esta tarde, del libro de Pedro Delgado, "Carta desde el Toukbal" ( el primero de estos relatos es de una belleza bárbara, lo recomiendo totalmente. Todo lo que escribe Pedro me llena y me llega pero esa carta de amor contenida en el relato me estremece y me provoca...y eso lo hacen pocos libros) en la Biblioteca de Olvera y, entre párrafo y engloriamiento googlelero, hablo por teléfono con compañeros políticos sobre asuntos que hay que solventar hoy, sobre ayudas que deben llegar a su lugar, a cerca de acciones que hay que decidir por el bien común...y caigo en la cuenta de cuántos andan esta mañana empeñados en resolver la vida de los demás. Desde luego, esa es nuestra misión, esa es la verdad. Las agendas se montan los viernes y se desmontan los lunes, dando prioridad a lo que  cada pueblo o ciudad precisa.

El delegado del gobierno recorriendo cada lugar para explicar qué es la ITI y cómo debemos aprovechar esta oportunidad para generar un cambio de modelo productivo en la provincia. El viceconsejero de turismo me daba esta mañana buenas noticias para la sierra. He compartido la preocupación del alcalde de Grazalema a temprana hora. La presidenta de la diputación de Cádiz garantizando los empleos en Tugasa y reformulando esta oferta hotelera.  La delegada de fomento a pie de plataforma con la carretera Jerez- La Barca. La concejala de turismo de Olvera buscando resursos para el carril bici que conectará el camping con la localidad, la presidenta de Andalucìa anunciando que se van a transferir de manera urgente 300 millones de euros a los ayuntamientos para empleo y dependencia.


Echo mano de otro sobrecito de amortigue este malestar físico y me achucho al sofá con la manta y el portátil a cuestas. No confío en curarme en 24 horas, soy altamante pesimista cuando tengo prisa. Mañana tenía una jornada completa y una tarde llena de eventos. Entre otros, compartir con los empresarios gaditanos el programa Música en los bares...una de esas propuestas a las que no obliga el cargo y que ocupan mi tiempo por puro placer y por poder mostrar mi apoyo a quienes se embarcan en esta aventura. Pero mira qué plan: dolores musculares, tos, fiebre, escalofríos... recuerdo un catarro nocturno en Bruselas al que liquidé con dos copas de vino y una buena conversación...y otro en Estambul que combatí comiendo pan con perejil, té y pinchos de cordero...voy a la nevera a ver qué encuentro que me garantice el viernes.


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