miércoles, 20 de noviembre de 2013

La conquista del tiempo. Parte 2

Amanece. Ducha. Pan. Recojo baño. Labios. Bolso/ Paraguas. Calle. Trabajo.
Me quedan  quince/veinte minutos para llegar a la biblioteca, caminando. Digo unas cuarenta veces "buenos días" y bendigo los cuarenta "buenos días" que recibo. Esto es un placer. Ya sabes que esto sólo pasa en los pueblos y en los barrios muy barrios de las ciudades.


"No tengo tiempo de ir andando", " el niño se cansa de ir andando", " es que la dejo en el cole y yo me voy a trabajar a la misma hora", " hace mucho frío", "hace mucha calor", " hace mucho viento", "tengo el tiempo justo"...
Sacar el coche del aparcamiento, subir a él, conducir hasta el trabajo o el centro educativo, aparcar, buscar aparcamiento o esperar en doble fila son tareas que ocupan entre trece y diecisiete minutos de tu escaso tiempo ( si está lloviendo hay que sumar el tiempo del caos en la calle) y se comerán millones de minutos futuros de tu salud, tu sociabilidad, tu medio ambiente y tu energía. Además,  provocan serios efectos secundarios que paso a enumerar. Si, yo también me lo aplico!

Pintura  de Steve hanks

El niño/a se vuelve amorfo y pide una moto a los 15 años. El ejemplo es la mejor medicina educativa.
Gastas buena parte del salario en combustible. La economía casera gana cuidando pequeños gastos.
Pone tus nervios a flor de piel  y lo transmites. Si dejas de producir endorfinas, te ronda el estrés.
Las calles se convierten en carreteras. Vivir rodeada de tanto coche provoca fealdad.
Los detalles del lugar donde vives pasan desapercibidos. Las calles más comerciales siempre son calles peatonales, donde la gente pasea y mira. (Este apartado me dará otro post: La economía del paseo)


Ganar tiempo es dedicar minutos a educar, contribuir a vivir en un mundo mejor, hacer bello el lugar donde vives y estar guapa, o guapo!
Nunca sabes si la oportunidad está cerca, si vas siempre en coche. Procura convertir tu calabaza!


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