viernes, 19 de marzo de 2010

Gente que me gusta



Como trabajo en una biblioteca, ando con muchos públicos...pero hay entre ellos una gente que me gusta. Son jóvenes, tienen entre catorce y diecisiete años, vienen varias veces a la semana o algunas veces al mes y nos saludamos con un golpe de sonrisa. A veces andan buscando palabras claves en internet; otras, títulos que tienen que leerse para completar el trimestre. Hay días que se sientan a tuitear y días en que se acomodan en el sofá rojo de la zona joven y charlan sin más. Unas tardes entran preguntando por los requisitos del carnet joven; otras, llegan a inscribirse en programas o en talleres. Algunos preguntan por el último disco de Macaco y otros por el cómic del Betis. Las hay que no se saltan un tomo de alguna saga literaria y también quienes reservan, para no quedarse sin él, el último de la Meyer. Unos vienen después de entrenar y otras antes del partido. Entran y se sienten como en casa, entran y yo me siento afortunada por tenerles aquí, por tener la certeza de que estos hombres y mujeres del futuro tienen tantas cosa claras, tantas inquietudes, tantas ganas de aprender y por ser tantos.

1 comentario:

  1. No es de extrañar tanta afluencia de jóvenes,niños y adultos a una biblioteca cuando quien custodia tantas historias no solo te atiende, sino te entiende, te ayuda y te mima, literalmente hablando. Debe ser fácil sentirse como en casa cuando de primero te alimentan el espíritu con sopa de letras, de segundo te llenan el corazón de historias de amor sobre lecho de verduras confitadas y te despiden con un postre de amabilidad, regado con sonrisas y un vuelva pronto por aquí.
    Si yo hubiera podido disfrutar siempre de una bibliotecaria así, habría nacido leyendo.

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