viernes, 25 de mayo de 2012

Crisis, pero me llaman Cris

Llegué a este país hace unos años, pero darme a conocer, ahora. Ahora es mi momento, me reconocen por donde quiera que voy...uff...estoy tan contenta... En la casa de Mercedes me he colado en la despensa, nada de melva ni de palmito, ahora coloco paquetes de garbanzos y tomates al vacío ( que lo hace la suegra). Al apartamento de Lorenzo le he tuneado las paredes, nada de pintura nueva, cuatro marcos de ikea tapando esconchones... y en la terraza de María...jajaja... no hay  toldo a estrenar, se va a apañar con el cañizo de hace tres años. Están encantados conmigo porque les hago pensar, les obligo a hacer cábalas y a revisar las cuentas semana a semana... así, mientras están conmigo, no tienen tiempo de risas, ni de amigos, ni de sexo... Me llaman Cris, que es más familiar. Yo me cuelo en sus casas, en sus camas, en sus coches y en sus cabezas y voy sembrando miedo, inseguridad, recelo, desesperación...en fin...lo que a mi me va...de lo que yo vivo, vaya.

Hay un "malage" que me está pisando los tacones  para que me eche a un lado, se llama Humor, Buen Humor. Ya me ha quitado algún cliente, pero yo me resisto. Llega cualquier día, se mete en cualquier conversación y le da la vuelta a la tortilla: "¿Crisis?, crisis cuando me tenía que comer el pan con tulicrem..." Qué vulgaridad, con lo neoliberal que está el país ahora que he llegado yo. Yo, a lo mío. Lo único que me preocupa es la mancha de optimistas que asoma cada día la cabeza a sus ventanas y tiene una palabra amable para el vecino, o le arrancan una sonrisa al compañero o le llenan el corazón de esperanza a quienes han perdido el trabajo. Esa gente me está ganando terreno y no voy a permitirlo. Pues no estoy el otro día en el  supermercado que están a punto de cerrar y viene una de esas optimistas que les digo y me suelta, "Cris, Cris... :

miércoles, 16 de mayo de 2012

Trucos para encalijos

 
Tengo una amiga que para meterle mano a la limpieza de la cocina necesita un gintonic fresquito. Sólo con este importante accesorio se atreve a pulir los azulejos para sacarles el brillo que poseen y despojarlos de esa capa grasienta que ha alimentado a la familia durante todo un año. Aquí los encalijos se hacen en abril o mayo, antes de que llegue la calor. Pero este año nos ha cogido desprevenidas y por tanto, le va a hacer falta dos.
Tengo otra que  para darle lustre al cuarto de baño se quita los zapatos, se mete en la bañera y hace como que está en la orilla del mar.Y se va mojando los pies con el quitacal y el agua, como si de arenita fina se tratara. Este año, me ha dicho, va a hacer como si estuviera en la piscina de su cuñada, porque no está la cosa para playa, pero va a dejar la grifería que te vas a mirar en ella.
Para desmantelar la buhardilla y reordenar todo aquello no usado durante años y liberarse, por fin, de lo innecesario, una de nosotras, se pone a todo volumen ( el equipo está en la planta baja pero eso no le importa a ella aunque sí al vecindario ) la Flauta Mágica de Mozart y hace como de La reina de la Noche...y entre el olor a amoniaco y el sentir de los 37 grados en el tejado...consigue una vez más poner paz en este caótico lugar. 

Yo he precisado un día completo para cambiar los armarios,que incluye un buen fregado de paredes y baldas.  Hay que darle su sitio a la ropa fresca y...para no ser menos... mientras lo hacía, me he puesto una copa de vino blanco bien fresquito al lado, unas chanchas cangrejeras y el disco de Miguel de Molina. Somos muchas más, bueno, son también algunos, ellos. Cuando  acabemos con esto, hemos quedado  para sacar brillo ( que es lo mismo que lucidez) al gobierno autonómico, porque parece que el primer plato que han sacado viene con costra. Pero a nosotras no se nos resisten los encalijos... porque tenemos nuestros trucos.Lo difícil va a ser quitarle el moho a las baldosas del gobierno central, que huelen a rancio...que es algo que no entendemos, con lo poco que llevan en el cargo cómo hay ese olor a alcanfor.

viernes, 11 de mayo de 2012

Juan y Federico


Era el año 1936 cuando Juan y Federico se despidieron la última vez, como amantes, en secreto. Ponerle cara a este amor de García Lorca me conmueve. Juan Ramírez de Lucas y  Federico García Lorca se amaron, a espaldas de sus familias. Una conservadora y otra socialista, pero ambas en contra de una relación entre dos hombres. Les tocó vivir una época cruel para el amor, reseca de libertades. Si su pasión hubiera rondado estos días, en Madrid...irían de la mano a las manifestaciones del 15-M, luciendo su amor entre banderas y besos. Aunque al llegar al barrio ( Juan) o al pueblo (Federico), el fin de semana, volvieran a disimular el deseo y dejaran su esencia colgada de una pancarta, lejos, donde gana el anonimato. Tal vez fuera así. Me gustaría que  mis amig@s homosexuales pudieran mostrar sus rostros y el de sus parejas ante la familia, con los compañeros de trabajo, frente al vecindario, en  todos y cada uno de sus pueblos o barrios o calles. Sería un sueño que mis amigos pudieran hacer esto y es una utopía que lo hagan el resto de personas que en el mundo aman a otras del mismo sexo.

 Romance:
Aquel rubio de Albacete
vino, madre, y me miró.
¡No lo puedo mirar yo!
Aquel rubio de los trigos
hijo de la verde aurora,
alto, sólo y sin amigos
pisó mi calle a deshora.
La noche se tiñe y dora
de un delicado fulgor
¡No lo puedo mirar yo!
Aquel lindo de cintura
sentí galán sin...
sembró por mi noche obscura
su amarillo jazminero
tanto me quiere y le quiero
que mis ojos se llevó.
¡No lo puedo mirar yo!
Aquel joven de la Mancha
vino, madre, y me miró.
¡No lo puedo mirar yo!
                    de Federico a Juan

martes, 8 de mayo de 2012

Hollande,mmmmmm


 Hollande (ex de Segolene Royal) ha ganado las elecciones francesas y a mi me entran ganas de cocinar. Como no se me dan nada bien los fogones ( pese a que me gustan) dejo este menester para que mi amigo Jesús nos deleite con sus manjares un día de estos y podamos caer en la tentación de lo prohibido. Su comida sabe a pecado carnal, es un placer sólo reservado para pocos. Estás todo el año entre lentejas, guisados, tortillas francesas y filetes a la plancha...y de pronto, un día, él cocina para unos pocos y nos llena el paladar de optimismo.Así es como me ha venido al pensamiento el flan, gracias al  apellido con el que convivió Francois, este hombre que quiere agradar la vida de los franceses cocinando manjares para que de una puñetera vez imperen los sentidos sobre las cifras...del mismo modo que se llenan de olores las cocinas...Sr. Hollande, llene de esperanza esa alacena europea para que puedan ir pasándonos la receta. Haga un buen flan, ponga a hervir a toda esta mafia que le echa la culpa a la crisis y añada una buena dosis de serenidad, otra de humanismo...no deje de remover y no olvide poner dulce la mezcla...elija bien los moldes y deje enfriar... mmmmm.