lunes, 18 de mayo de 2015

Traer niños al mundo

No vienen al mundo los niños solos, ya lo sabéis. Para eso hacen falta ganas de tener un bebé.
  Mi abuela me hubiese dicho que para que vengan niños al mundo sólo hace falta que se quieran un hombre y una mujer. Ella tuvo cuatro de tanto querer a mi abuelo Santiago. Cada uno habla de lo que tiene y de cómo lo tiene. Ella me contó que una que vivía más arriba se había quedado con la niña de una hermana que tenía muchos críos y que esa niña había sido la niña de sus ojos.



Mi amiga Ana y su marido, Pedro, de tanto amor que rezuman, se marcharon a China a por su niño, que ya es conejero y ha nacido dos veces.¿ Con qué medida se mide esa eterna espera?
Maria José, que vivía sola y la despertaba el deseo de amamantar, buscó a su niño en  Cuba y lo hizo crecer en su vientre, después de una larga estancia llena de ritmo y pasión.  Lo mismo le ocurrió a Mariu, que soñaba con ser mamá, no había una pareja estable dispuesta a ello y se lanzó a amar su sueño. Hoy tiene un par de mellizos que te los comes. Todo lo tiene por  duplicado, hasta la capacidad de criar.

Albin y  Bjoern, viven en Karlstad ( Suecia), se carason en 2006 y sus bebés llegaron a su hogar en 2008. Ellos son un matrimonio  homosexual y conforman una familia de cuatro, en un hogar lleno de ternura pero también de normas y acuerdos.
Jesús disfruta ya de su niño gracias a la paciencia, la perseverancia y el amor. Es un hombre y no vive en pareja. Ambos son futboleros y van a las barbacoas del club, por fin, sin tener que dar explicaciones. 


También se estrenan en esto mis amigos Marco y Araceli, una pareja enamorada de la vida y de los momentos . Y mi primo Santiago y Gelu, que acaban de traer al segundo de sus niños al mundo.
El mes pasado, en Cádiz, disfruté viendo pasear a una hermosa niña rubia con dos mamás. Y no paro estos días de pensar en mi amiga Merche, que siempre se quedó con las ganas, por eso que nos pasa a veces cuando el lugar donde habitas es pequeño y no ganan las ganas.


Estas son algunas de las combinaciones imaginables de familias que conozco y se han empeñado en traer  al mundo a sus hijos. Buscados, queridos, deseados, luchados, adoptados, prestados o paridos. Debieran llegar de todas las maneras y formas imaginables donde se posa el amor más desinteresado y feroz.


1 comentario:

  1. Maravillosa entrada. Yo fui de las que recorrí miles de kilómetros para encontrar a mi hijo. Me has emocionado, mi lunes complicado te lo agradece.

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